Este "yama" o principio ético consiste en cultivar la honestidad de pensamientos, palabras y actos. Ser totalmente honestos con nosotros mismos y los demás sin causar dolor.
Según la sabiduría ancestral, es mejor quedarse callado que expresar una verdad hiriente y cruel. Antes de dar una opinión no solicitada o criticar, es aconsejable hacer una pausa y considerar: ¿Esto es verdad? ¿Esto es necesario? ¿Esto es útil? ¿Esto es amable y bondadoso?
Ser veraces es mucho más que “no decir mentiras”. Ser veraces es ante todo ser coherentes entre lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos. Esta es la palabra clave de satya aplicada a la moral: COHERENCIA.
Practicar satya requiere que estemos abiertos a la verdad en el momento presente, cuando nos es revelada. Ninguno de nosotros experimenta un evento de la misma forma. Además, aquello que hoy consideramos verdad puede no serlo mañana; nuestra consciencia se expande constantemente.
La raíz de satya, SAT, significa “ser”, “aquello que existe”, de donde satya se traduce como “lo real” y “lo verdadero”.
La verdad de cada ser es aquello que no cambia. Todo lo sujeto a cambio es un "estado", no una verdad. Tampoco es algo falso, pero no es auténtico. Lo auténtico de cada persona surge de su propia esencia y se expresa en sus dones, aquello que cada ente o individuo aporta simplemente por SER.
Probablemente, lo más cercano a satya sean esos momentos de quietud en los que logramos conectarnos con nuestra esencia y escuchar el silencio.
“Buscad la verdad, y la verdad os hará libres” Juan 8:32
Según la sabiduría ancestral, es mejor quedarse callado que expresar una verdad hiriente y cruel. Antes de dar una opinión no solicitada o criticar, es aconsejable hacer una pausa y considerar: ¿Esto es verdad? ¿Esto es necesario? ¿Esto es útil? ¿Esto es amable y bondadoso?
Ser veraces es mucho más que “no decir mentiras”. Ser veraces es ante todo ser coherentes entre lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos. Esta es la palabra clave de satya aplicada a la moral: COHERENCIA.
Practicar satya requiere que estemos abiertos a la verdad en el momento presente, cuando nos es revelada. Ninguno de nosotros experimenta un evento de la misma forma. Además, aquello que hoy consideramos verdad puede no serlo mañana; nuestra consciencia se expande constantemente.
La raíz de satya, SAT, significa “ser”, “aquello que existe”, de donde satya se traduce como “lo real” y “lo verdadero”.
La verdad de cada ser es aquello que no cambia. Todo lo sujeto a cambio es un "estado", no una verdad. Tampoco es algo falso, pero no es auténtico. Lo auténtico de cada persona surge de su propia esencia y se expresa en sus dones, aquello que cada ente o individuo aporta simplemente por SER.
Probablemente, lo más cercano a satya sean esos momentos de quietud en los que logramos conectarnos con nuestra esencia y escuchar el silencio.
“Buscad la verdad, y la verdad os hará libres” Juan 8:32