Significa no causarle dolor o sufrimiento a ninguna criatura viviente, en pensamiento, palabra, obra y omisión. Es por esto por lo que muchos yoguis son vegetarianos.
Comprende dos partes: la primera es abstenernos de causar dolor y sufrimiento. Este punto incluye también, no apoyar cosas que promocionen violencia (como por ejemplo comprar artículos donde trabajen menores de edad o productos y acciones de empresas que dañen la ecología). Y evitar la indiferencia ante el sufrimiento de cualquier ser vivo. La segunda es la práctica activa de amor y compasión con todos los seres vivos.
Ahimsa es el punto principal de los yamas y los demás se deben basar en éste. Los otros yamas y niyamas están para perfeccionarlo.
La filosofía de Gandhi está basada en Ahimsa. En palabras de la Biblia, significa: trata a tu hermano como te gustaría que te trataran a ti mismo. Este es el yama más importante.
No-violencia significa amar todo, decía Swami Sivananda. Por esto debemos practicar ahimsa a cuatro niveles:
- Ahimsa con la tierra, protegiendo el medio ambiente. - Ahimsa con la flora, protegiendo los bosques y las selvas.
- Ahimsa con los animales.
- Ahimsa con el ser humano.
Como lo mencionamos anteriormente, en la tradición chamánica se dice también que sólo habrá paz entre los seres humanos cuando estemos en paz con la tierra, las plantas y los animales.
Para desarrollar Ahimsa es muy recomendable practicar karma yoga, proteger el medio ambiente y comer una dieta vegetariana, pero debemos empezar a practicarla con nosotros mismos (por ejemplo: evitando juzgarnos) para llegar a su nivel más elevado, el cual se da cuando amamos hasta a nuestros enemigos.
Como lo decían Jesús y grandes hombres de la historia como Gandhi, el Dalai Lama y Swami Sivananda: la forma más eficaz de lograr la paz es devolver bien por mal.
En los sutras de Patanjali se menciona el siddhi (el poder que adquirimos cuando perfeccionamos cada uno de estos peldaños). Esta es la manera de darnos cuenta si estamos bien en la práctica.
En la presencia del yogui que está sólidamente establecido en Ahimsa, se acaban todos los conflictos. Y ésta es la respuesta del yoga a la pregunta ¿Qué puedo hacer yo por la paz del mundo?
Comprende dos partes: la primera es abstenernos de causar dolor y sufrimiento. Este punto incluye también, no apoyar cosas que promocionen violencia (como por ejemplo comprar artículos donde trabajen menores de edad o productos y acciones de empresas que dañen la ecología). Y evitar la indiferencia ante el sufrimiento de cualquier ser vivo. La segunda es la práctica activa de amor y compasión con todos los seres vivos.
Ahimsa es el punto principal de los yamas y los demás se deben basar en éste. Los otros yamas y niyamas están para perfeccionarlo.
La filosofía de Gandhi está basada en Ahimsa. En palabras de la Biblia, significa: trata a tu hermano como te gustaría que te trataran a ti mismo. Este es el yama más importante.
No-violencia significa amar todo, decía Swami Sivananda. Por esto debemos practicar ahimsa a cuatro niveles:
- Ahimsa con la tierra, protegiendo el medio ambiente. - Ahimsa con la flora, protegiendo los bosques y las selvas.
- Ahimsa con los animales.
- Ahimsa con el ser humano.
Como lo mencionamos anteriormente, en la tradición chamánica se dice también que sólo habrá paz entre los seres humanos cuando estemos en paz con la tierra, las plantas y los animales.
Para desarrollar Ahimsa es muy recomendable practicar karma yoga, proteger el medio ambiente y comer una dieta vegetariana, pero debemos empezar a practicarla con nosotros mismos (por ejemplo: evitando juzgarnos) para llegar a su nivel más elevado, el cual se da cuando amamos hasta a nuestros enemigos.
Como lo decían Jesús y grandes hombres de la historia como Gandhi, el Dalai Lama y Swami Sivananda: la forma más eficaz de lograr la paz es devolver bien por mal.
En los sutras de Patanjali se menciona el siddhi (el poder que adquirimos cuando perfeccionamos cada uno de estos peldaños). Esta es la manera de darnos cuenta si estamos bien en la práctica.
En la presencia del yogui que está sólidamente establecido en Ahimsa, se acaban todos los conflictos. Y ésta es la respuesta del yoga a la pregunta ¿Qué puedo hacer yo por la paz del mundo?